Mis miedos de Caperucita los había olvidado...pero al volver al pueblo de Viarmes ,y ver todo lo que me quedaba por recorrer hasta llegar a la abadía, aparecieron de nuevo. En total, entre la estación y Royaumont, hay como una hora de paseo...en carretera, en campo, en bosque...Esto es el palacio abacial. Bonito, ¿verdad?
El emplazamiento de la abadía es sin duda el más apropiado...pero no para una chica que tiene que andar todo este camino sola
Como siempre, cuando llego a la meta, se olvidan los miedos y los obstáculos. Ese día había quedado con la encargada de la biblioteca para que me enseñara documentación y trabajos inéditos, además de algunas partes del monasterio que normalmente no se visitan
Estos tíos no sé si son los del año pasado o descendencia. De todas formas posaron con mucho gusto
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