Siempre que hago un viaje de estos, guiada por la inconsciencia, me siento como en la búsqueda del tesoro...Me imprimo un plano siempre que puedo (el año pasado los tenía que dibujar porque no había impresoras en mi antiguo alojamiento...en fin....). Mi primera parada para encontrar el tesoro era la rue de Paris. No podía ser de otra manera
Era una calle interminable...En el camino me encontré varias iglesias medievales
Me puse a enredar haciendo mil fotos, cotilleando por todos lados. Guardé la cámara y me di cuenta de que no podía andar. Estaba paralizada. De pronto di un patadón a algo....a este pobre ejemplar necesitado de cariño. Se me había instalado en los pies y allí quería seguir el resto de la mañana. Lo peor de todo es que después de la patada le dije "excusez-moi"....
Voy a echar de menos estas excursiones al fin del mundo
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