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1 DE OCTUBRE DE 2008
Mi último día en París del 2008 fue especial, como todos en esta ciudad. Mi avión salía a mediodía, así que tenía unas horas muertas en las que decidí pasear, como hacía siempre. Me bajé en Port Royal y vi el Observatorio 
Mi mirada cambió de dirección y divisé el Sacre Coeur a lo lejos
La fuente que preside el Jardín de Marco Polo es la famosa escultura de Carpeaux con la representación de los cuatro continentes (el quinto no aparece porque no cuadraba para la obra....)
Dejé a un lado el boulevard St. Michel y me encaminé hacia la iglesia de Val de Grace, tan inmortalizada en estas páginas
No sé cómo llegué al Panteón
Lo había visto mil veces por fuera...era el momento de entrar. Como buena estudiante de arte, entré gratis, incluso a la vista panorámica de la ciudad. El primer recibimiento fue el péndulo de Foucault.
El Panteón es inmenso (me gusta más el romano...)
Lo más interesante de todo aquel día nublado fue la subida a la cúpula. Tras cientos de escalones llegué a la cima y el cielo se fue aclarando
Sin duda, fue otra manera genial de despedirme de la ciudad. De Notre-Dame, del George Pompidou...
del Sacre Coeur, de St. Eustache...
del Louvre, de la plaza de la Concordia, del obelisco, de los Campos Elíseos....
de la Defensa...
de la Sorbona, de la biblioteca de Ste. Geneviève
de la Torre Eiffel, del Trocadero, de los Inválidos, del Museo Rodin....
de la torre de Montparnasse, del jardín de Luxemburgo....
de la Ciudad Universitaria....
de la Madeleine....
del Grand Palais, del Petit Palais, de St. Germaind-des-Près...
de la Ópera de Garnier
Recorrí el entorno de la cúpula varias veces....
La Bastilla, el Instituto del Mundo Árabe...
Llegó la hora de irme....
...y de decir, à bien tôt Paris
Mi mirada cambió de dirección y divisé el Sacre Coeur a lo lejos
La fuente que preside el Jardín de Marco Polo es la famosa escultura de Carpeaux con la representación de los cuatro continentes (el quinto no aparece porque no cuadraba para la obra....)
Dejé a un lado el boulevard St. Michel y me encaminé hacia la iglesia de Val de Grace, tan inmortalizada en estas páginas
No sé cómo llegué al Panteón
Lo había visto mil veces por fuera...era el momento de entrar. Como buena estudiante de arte, entré gratis, incluso a la vista panorámica de la ciudad. El primer recibimiento fue el péndulo de Foucault.
El Panteón es inmenso (me gusta más el romano...)
Lo más interesante de todo aquel día nublado fue la subida a la cúpula. Tras cientos de escalones llegué a la cima y el cielo se fue aclarando
Sin duda, fue otra manera genial de despedirme de la ciudad. De Notre-Dame, del George Pompidou...
del Sacre Coeur, de St. Eustache...
del Louvre, de la plaza de la Concordia, del obelisco, de los Campos Elíseos....
de la Defensa...
de la Sorbona, de la biblioteca de Ste. Geneviève
de la Torre Eiffel, del Trocadero, de los Inválidos, del Museo Rodin....
de la torre de Montparnasse, del jardín de Luxemburgo....
de la Ciudad Universitaria....
de la Madeleine....
del Grand Palais, del Petit Palais, de St. Germaind-des-Près...
de la Ópera de Garnier
Recorrí el entorno de la cúpula varias veces....
La Bastilla, el Instituto del Mundo Árabe...
Llegó la hora de irme....
...y de decir, à bien tôt Paris
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